Material Eletrónico

 Si los últimos años han estado marcados por un fenómeno indiscutible, es el creciente ritmo al que evoluciona la tecnología. Esta velocidad imparable a la que los dispositivos que utilizamos evolucionan, hace que al poco tiempo de disponer de ellos tengamos que cambiarlos. A veces por simple capricho, otras por necesidad, ya que el avance imparable de tecnología hace que nuestros aparatos se queden obsoletos muy rápidamente, desechamos a diario toneladas de productos electrónicos. 

Actualmente, son el grupo de residuos de mayor crecimiento a nivel mundial, los ordenadores, los teléfonos móviles, en general los dispositivos tecnológicos de consumo doméstico se renueva cada dos años.

Si estos residuos no son desechados correctamente, pueden llegar a ser peligrosos para nosotros y para el medio ambiente.

Podemos encontrar hasta 60 elementos de la tabla periódica en la electrónica compleja. Muchos de ellos son técnicamente recuperables, aunque existen límites establecidos por el mercado. Los desechos electrónicos contienen metales preciosos incluyendo oro, plata, cobre, platino, y paladio, pero también un valioso volumen de hierro y aluminio y plásticos, que pueden reciclarse.

El reciclaje de los equipos y aparatos eléctricos y electrónicos, conocido como “minería urbana”, es una valiosa fuente de materias primas que al ser recuperadas vuelven al ciclo productivo con un mínimo gasto de transporte energético.

Materiales a los que les damos una segunda vida

Ordenadores

Los ordenadores se prueban y los que pueden dar un servicio se reparan y se les da una oportunidad de servicio, los hemos donado a diversas organizaciones sociales o les hemos buscado un nuevo dueño al que poder servir.

Los que no se pueden reparar o son muy antiguos se desguazan para separar los diferentes materiales, que se reciclan para volver al ciclo de la materia prima

Terminales Móviles

Los terminales móviles son elementos muy efímeros, como media su uso se estima en dos años, al cabo de los cuales quedan obsoletos o no se adaptan a las necesidades tecnológicas que nos impone el mercado.

Separamos los diferentes elementos para el reciclado de las meterias primas.